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Se recomienda el cepillado tres veces al día durante al menos tres o cuatro minutos cada vez. Las personas generalmente creen que ya se cepillaron lo suficiente cuando, en realidad, la mayoría dedica menos de un minuto al cepillado. Si se comen dulces, se deben cepillar los dientes tan pronto como sea posible. Es decir, la frecuencia del cepillado varía en función de los alimentos que se ingieran.
Empiece con el material adecuado, un cepillo de filamentos suaves que le permita llegar a todos los dientes. Si los filamentos de su cepillo están torcidos o desgastados, compre otro. Un cepillo en mal estado no limpiará adecuadamente sus dientes. Para limpiar las superficies externas de los dientes, coloque el cepillo en un angulo de 45 grados apoyándolo en la unión de encía y encima. Mueva con suavidad el cepillo varias veces mediante pequeños movimientos circulares y/o laterales. Aplique ligera presión para que los filamentos penetren entre diente y diente, pero no use presión excesiva y que le haga sentir molestias. Después de cepillar las superficies externas de todos sus dientes, haga lo mismo con la cara interna de los dientes posteriores.
Para limpiar las superficies internas de los dientes anteriores, tanto superiores como inferiores, coloque el cepillo en posición vertical. Realice movimientos adelante y atrás sobre cada diente y la encía que lo rodea. Para limpiar las superficies de masticación, realice pequeños movimientos circulares y laterales.
La lengua es un lugar usual para que se deposite la bacteria que causa el mal aliento. Cepillarte la lengua debería ser parte de tu rutina general para ayudarte a quitar bacteria de todas las áreas de la boca, no sólo los dientes. Asegúrate de consultar un dentista si continúas teniendo mal aliento crónico.
Las caries de desarrollan cuando los dientes se deterioran o se rompen. Una caries dental es un agujero que se hace en un diente y que, con el tiempo, puede hacerse más grande y profundo. Si tienes una caries, es importante que vayas al dentista para que te la trate.
La culpa la tiene la placa. La placa dental es una sustancia pegajosa y viscosa compuesta principalmente por gérmenes que hacen que los dientes se deterioren. Las bacterias que tienes en la boca fabrican ácidos, de modo que, cuando la placa se adhiere a tus dientes, los ácidos pueden atacar la parte más superficial de los dietes, llamada esmalte. Si no vas al dentista, los ácidos se abrirán paso a través del esmalte dental, pasando a atacar y corroer las partes más internas del diente, que también se deteriorarán.
Ser sensatos, flexibles y realistas cuando eligen los alimentos. Estas son buenas reglas para la salud oral y para la nutrición.
Limpiarse los dientes con pasta dental con flúor por lo menos dos veces por día.
Visitar regularmente al dentista.
Limitar las ocasiones de alimentación a las comidas regulares y a no más de dos a tres meriendas por día.
Debemos cambiar la mentalidad e ir al dentista dos veces al año a una revisión y eliminación de placa dental bacteriana que se acumula entre los dientes. Una persona sana no debería esperar a tener algún problema o a sentir dolor. Mantener unas pautas de prevención como una adecuada higiene diaria y una visita al dentista para una higiene profesional puede evitarnos muchos problemas en el futuro.
A partir de los 3 años los niños deben aprender a cepillarse los dientes correctamente pero siempre bajo la supervisión de los padres y hay que hacer una revisión aunque sean dientes de leche.